Planificación subterránea

El crecimiento desenfrenado de las ciudades en los países en vías de desarrollo, los cambios demográficos y el envejecimiento de las infraestructuras en las ciudades más antiguas, junto con la demanda de mayor habitabilidad y la protección del medio ambiente, están creando una gran demanda de infraestructuras subterráneas.

Al mismo tiempo, rápidamente se ve claro el impacto que puede tener el uso de espacios subterráneos que hasta ese momento no estaban urbanizados: se tienen que trasladar instalaciones existentes, con el coste que ello conlleva, cuesta más encontrar condiciones geológicas idóneas y los transportes subterráneos se tienen que construir cada vez a mayor profundidad para buscar los mejores trazados.

Para evitar estos problemas, la planificación de las zonas urbanas tiene que ir más allá de los planteamientos bidimensionales convencionales utilizados en las instalaciones de la superficie y englobar también las interacciones en tres dimensiones entre lo que está construido y sus infraestructuras de apoyo.

Las autoridades urbanísticas tienen que entender bien el espacio subterráneo en tanto que activo, si quieren desplegar todo su potencial a medida que las ciudades se van adaptando a los numerosos desafíos que se encontrarán en las próximas décadas.

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