Aqualine Bahía de Tokio

En las zonas montañosas o accidentadas, los túneles mejoran o hacen viables diferentes opciones de transporte, como las carreteras, el ferrocarril, los canales, etc., sobre todo para la construcción de líneas de transporte de alta velocidad, que requieren inclinaciones y radios pequeños. Los túneles también constituyen una opción muy útil para cruzar ríos, estrechos y puertos y, en algunos casos, son la única posibilidad de cruzar extensiones de agua (con mucha corriente, profundidad, tráfico marítimo, etc.).

Por lo tanto, la construcción de instalaciones e infraestructuras subterráneas presenta varias ventajas, derivadas principalmente de la libertad (dentro de las limitaciones geológicas, de costes y relacionadas con la propiedad de los terrenos) para planificar las instalaciones en tres dimensiones y de la eliminación de las barreras físicas sobre el terreno. Estas ventajas resultan básicas a la hora de planificar infraestructuras en entornos urbanos muy densos con una gran falta de espacio y múltiples limitaciones geográficas.


Túnel de base San Gotardo

Los túneles ferroviarios transalpinos que cruzan Suiza son buenos ejemplos de casos en los que los motivos topográficos no dejan más opción que construir infraestructuras subterráneas.

Los túneles de San Gotardo y Lötschberg (de 57 y 34 km, respectivamente) deben cruzar montañas de varios miles de metros manteniendo valores muy limitados de radio e inclinación para que puedan atravesarlos trenes rápidos que alcanzan los 250 km/h.

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