Gold storage in the Bank of England's underground vault

Aunque no sea muy común ubicar la actividad industrial bajo tierra, en algunas ocasiones se tiene que hacer por su importancia estratégica o por su peligrosidad.

Un ejemplo podría ser la fabricación de armas y maquinaria militar en tiempo de guerra, que se realiza bajo tierra para evitar los ataques del enemigo.

Por ejemplo, durante la Segunda Guerra Mundial, los alemanes trasladaron a minas agotadas parte de su industria militar a causa de los intensos bombardeos aliados.

Otra aplicación del espacio subterráneo podría ser el almacenamiento de servidores informáticos importantes, reservas de los bancos, materiales preciosos, etc.