El aumento del tráfico en las ciudades durante las últimas décadas ha provocado una rápida saturación de los aparcamientos situados en la superficie, por lo cual ha habido que buscar nuevas soluciones.
Aparcar los vehículos bajo tierra era una de las soluciones.
Desde los años 60, se han construido infinidad de aparcamientos en todo el mundo.
Sin duda, su aspecto y sus servicios (acceso, mejor circulación interna de los peatones, mejor iluminación, decoración) han mejorado ostensiblemente desde que se construyeran los primeros.
Sin embargo, los diseñadores y las constructoras se siguen teniendo que enfrentar a los mismos problemas, de tipo geológico, hidrogeológico y ambiental.
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