La contención es la función contraria de la protección. Es muy importante para proteger la superficie de las molestias y peligros que ocasionan algunos tipos de instalaciones, como los procesos peligrosos o el almacenamiento de materias peligrosas. A modo de ejemplo, podríamos citar el almacenamiento de residuos nucleares en lugares alejados de la actividad humana o incluso las plantas industriales peligrosas, como los reactores nucleares.
Uno de los ejemplos más representativos es el almacén nuclear subterráneo que se está construyendo en el lecho granítico que hay debajo del emplazamiento de Onkalo, a solo unos kilómetros de Olkiluoto, Finlandia. Este almacén alcanzará una profundidad de 500 m, lo cual proporcionará la contención adecuada para los residuos nucleares generados en la planta adyacente.