En algunas ocasiones, es necesario mantener un alto nivel de seguridad para algunas infraestructuras y, por eso, se opta por soterrarlas.
La principal ventaja en términos de seguridad de las instalaciones subterráneas es que el acceso queda muy restringido y es fácil garantizar su seguridad. Otra ventaja es que quedan ocultas al público y, por tanto, se pueden mantener en secreto.
Por ello, en muchos países, las instalaciones que tienen una gran importancia estratégica para el bienestar y la seguridad del país, se suelen realizar bajo tierra. Éste es el caso de algunas instalaciones que realizan investigaciones de gran transcendencia, instalaciones militares estratégicas, centros penitenciarios, reservas bancarias, servidores informáticos, etc.
Esto ha alimentado la imaginación popular, con leyendas acerca de instalaciones subterráneas secretas donde los ejércitos ocultan hallazgos relacionados con extraterrestres, por ejemplo.
Recientemente, una empresa suiza ha planteado la posibilidad de utilizar una antigua fortificación subterránea para proteger servidores informáticos, de manera que la información esté siempre a salvo ante cualquier eventualidad: crisis nucleares, robos, etc.