Los canales de navegación tienen que ser prácticamente horizontales, de modo que cuando aparece algún accidente topográfico hay que construir un túnel.
Uno de los mejores ejemplos de este tipo de túneles está en el Canal du Midi, en el sur de Francia, construido por Pierre-Paul Riquet en el siglo XVII.
Otro ejemplo es el Canal de Huddersfield Narrow, cuyas obras comenzaron en 1794. La ruta directa que se escogió supuso un verdadero reto de planificación para construir un túnel de casi 5 km en los montes Peninos, en Standedge, Inglaterra, el más largo construido en esa época para un canal.